Los robots también pueden realizar elaboraciones en entornos definidos como “hostiles”, lo que evita que los operadores lleven a cabo tareas peligrosas y pesadas, lo cual aumenta el nivel de seguridad. La manipulación, que se basa en complejos algoritmos cinemáticos, está supervisada por un control electrónico central, generalmente caracterizado por una considerable robustez para poder ser utilizado en los entornos industriales más extremos. Los automatismos del robot están gestionados por un lenguaje de programación estructurado que permite controlar todo el ciclo automático, archivar los datos de producción o modificar los parámetros de la máquina (anomalías, puesta en marcha, parada, etc.).